151 cuchilladas: hacer Literatura de un crimen real


Después de muchos meses inmersa en el trabajo de la que será mi cuarta novela, retomo este blog con la intención de haceros partícipes, tanto a lectores como a escritores, de un proceso creativo especial, al tratarse de una obra de no ficción. Los protagonistas de esta historia son personas reales que han querido prestarme su valiosa colaboración, y salen en el texto con sus nombres y apellidos.
Recuerdo perfectamente aquel trágico 27 de abril de 2013. Mi madre me llamó sobre las cuatro de la tarde para contarme que en Almonte habían aparecido los cadáveres de un hombre y su hija de ocho años, y que los rumores apuntaban a un parricidio. Salí de mi pueblo natal hace más de 30 años, así que no conocía a las víctimas. Hablé más tarde con mi hermano Carlos. Él había sido compañero del fallecido en el colegio y me desmintió el parricidio de modo categórico. Estaba seguro de que su amigo quería a la niña con locura y no fue quien la mató. Al día siguiente se desmintió de modo oficial. Se trataba de un doble crimen perpetrado con un arma blanca, que dejó un escenario sangriento. Un equipo de investigadores de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil (UCO) se trasladó a Almonte para tratar de descubrir al autor de la masacre. En la imagen siguiente, la madre de la niña asesinada se desmaya en el funeral.


Al espanto por la tragedia siguió un año de incertidumbre y silencio. La investigación se alargaba y nada trascendía debido al secreto sumarial. El miedo y la desconfianza calaron en la población, y los rumores no tardaron en apuntar al colectivo inmigrante. Nadie pensaba que un almonteño hubiera podido cometer semejante canallada. Por fuerza tenía que haber sido "moro, rumano o ruso". Los familiares de las víctimas no hicieron un solo comentario sobre el tema. Si alguien les preguntaba, se limitaban a pedir paciencia y respeto al trabajo de los investigadores.
Una labor cuyos frutos se conocieron el 24 de junio de 2014, cuando estaban a punto de cumplirse catorce meses del doble crimen. Aquel día la Guardia Civil detuvo a un hombre de 30 años, vecino de Almonte, como presunto autor del asesinato de Miguel Ángel Domínguez y la pequeña María. La noticia cayó como una bomba. Pocos creyeron que un chaval del centro del pueblo, de buena familia y devoto de la Virgen del Rocío, hubiera cometido el execrable delito. El azar quiso que un día después, el 25 de junio, se celebrara la presentación de mi segunda novela, Ellas y el sexo (Sial Pigmalión), en la Casa de la Cultura. Ajetreada con los preparativos del evento, no me había enterado de la detención ni nadie me comentó nada. Poco después me fui a la playa de Matalascañas con mi familia y allí, de sombrilla en sombrilla, comprobé que la acusación por el doble crimen era el centro de todas las conversaciones. Entonces supe que habría de escribir esa historia. No obstante, era consciente de la imposibilidad de hacerlo por el momento. No se sabía cuánto iba a tardar la instrucción del caso; ni siquiera estaba claro si el acusado tendría que enfrentarse a un juicio o se archivaría la causa. Según los rumores más frecuentes, no había pruebas contra él. Lo habían detenido por ser el amante de la esposa y madre de las víctimas. El chaval, como le llamaban, era un “cabeza de turco”. A continuación, una fotografía del momento en que lo llevaban ante el juez.


En aquellos días puse una alerta en Google: doble crimen de Almonte, y empecé a coleccionar en una carpeta toda la información sobre el caso que me iba llegando. Sin embargo, parecía que el proceso no avanzaba, o lo hacía muy lentamente. Un año después, durante la Feria del Libro de 2015 en Madrid, presencié un acontecimiento que me hizo pensar en el comienzo de una nueva novela. Escribí unos 20 folios sobre aquella escena que me había impactado y paré. Para seguir necesitaba elaborar el guion. (Debo decir que me siento incapaz de crear una novela sin un guion delante).
Ese mismo año volví a Matalascañas a pasar el mes de septiembre. Nada más llegar supe que se había denegado la libertad al acusado del doble crimen por segunda vez, pero nada se decía sobre la celebración del juicio. Por mi parte, aparqué el asunto para dedicarme al guion de la nueva novela, aunque mantuve la alerta en Google y guardaba todos los enlaces referidos al caso. Entretanto, pensaba y pensaba en cómo seguir el relato de aquel suceso de la Feria del Libro y a mi mente solo llegaban cadáveres o escenas de suspense. El resultado fue mi tercera novela, En el fin de la Tierra, publicada en Amazon en julio de 2016. Un thriller al estilo Hitchcock donde lo importante no es descubrir al asesino, sino correr su suerte con él. La elaboración de esta obra, cuyo proceso creativo conté en el programa de TVE “La hora cultural”, me sirvió de aprendizaje y familiarización con el género negro, que no había tocado antes y parecía imponerse con fuerza en mi trayectoria literaria. Ya sabía que el acusado por el doble crimen de Almonte iba a ser juzgado y que mi próxima novela versaría sobre la tragedia ocurrida en mi pueblo. 
Después de dos años de intenso trabajo, he inscrito a mi nuevo hijo literario en el Registro de la Propiedad Intelectual de Madrid. Ya lo tienen algunos editores. En próximas entradas iré relatando el proceso creativo: cómo construí el guion y recogí la información necesaria para armar la trama de esta historia real. También os contaré lo que ocurra en el periplo de buscar editorial... 
¡Hasta la próxima, amigos lectores y escritores!

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